La población indígena usualmente se dedica a la producción agrícola proyectada en cultivos en asocio o en “chakras” que permiten de cierta manera obtener productos tanto para el consumo familiar, como para la venta local, pero esto mantiene bajas productividades y pocas ventajas competitivas ante otras parroquias que comparativamente tienen más facilidades, aunque por otro lado, mantienen los ecosistemas casi intactos y con una alta resiliencia al efecto antrópico. En el caso de las comunidades con colonos, las unidades productivas agropecuarias – UPAs, tienen un impacto mayor, sobre todo a través de la ganadería que es la que ha abierto el bosque para el establecimiento de pastizales (se cuentan con 12.173.49Ha de pastos cultivados en la parroquia) y los cuales siguen con proyección a aumentar.
Sus recursos naturales han incidido para el establecimiento de varios centros turísticos para el recibimiento de turistas, aunque no se ha desarrollado suficientes servicios complementarios que aumenten la competividad y puedan colocarlos como “atractivos turísticos”, sino solamente como ‘recursos’, aunque el potencial actual es enorme.
Adicionalmente, además de los sistemas productivos, también están los extractivos, como la madera, las minas de material pétreo y aurífero (oro), así como la extracción de petróleo.
En la economía se distinguen tres tipos de sectores económicos:
- El primario (que es el productivo, el que genera materia prima o servicios primarios)
- El secundario, basado en la manufactura de los productos primarios
- El terciario, basado en los servicios que ayudan a aumentar la competividad de los sectores anteriores, así como a facilitar el acceso a servicios y productos externos a la parroquia.